Una hora al día destinada a la creatividad

Este año me propuse armar una rutina diaria para dedicarle a la creatividad. Hace tiempo que leo sobre organización y productividad, cómo mejorar los hábitos, tanto profesionales como personales. La verdad es que con los años voy gestionando mi tiempo para que el día me rinda. Muchas veces me encuentro destinando más horas a tareas y proyectos  que no tienen mucho que ver con el área creativa, por eso la cuestión siempre es encontrar el equilibrio.

En este artículo, escribí sobre los hábitos que fui adoptando para una vida más creativa y equilibrada. Puede ser que haya un mes (sobre todo diciembre) donde pierdo el equilibrio, o dejo de hacer algo que me hace bien. Lo bueno es que luego del desajuste retomo mis hábitos, sin reprocharme y entendiendo el momento.

Otra cuestión que me propuse revisar para dejar de poner excusas es la cantidad de tiempo que me consume hoy en día el cel. Cada vez que me llega el aviso semanal de que uso mi cel 3 horas diarias me asombro, me molesta y a la vez me genera la sensación de que ese tiempo lo podría haber usado para un hábito que me enriquezca.
Y acá hago una aclaración: mi trabajo implica estar subiendo y actualizando mis perfiles, responder consultas de whatsapp. No reniego de ello porque sé que es una parte importante en mi trabajo, es una vidriera y mi canal para llegar a clientes. Pero la realidad es que disminuir el uso del cel se hace cada vez más necesario.

Las actividades creativas como dibujar y pintar, escribir o leer son una gran herramienta. Y algo en lo que incursioné hace poco, el journaling, que es una combinación de varias técnicas que me gustan y es muy terapéutico. Si no saben lo que es, les dejo el link a mi otra web donde hay un artículo sobre journaling

Mi hora creativa

Comencé en noviembre a organizarme para destinar una hora al día a la creatividad. La rutina la fui ajustando hasta llegar en enero a destinar unicamente de lunes a viernes, dejando el sábado y domingo libres. Aunque salgo los sábados a dibujar con los Croquiseros Urbanos de San Martín de los Andes, lo cual suma mucho.
El objetivo de este rato es hacer cualquier cosa creativa. No hay un fin ni presión por hacer algo perfecto ni para un trabajo. Y la verdad es que con esta nueva rutina, cada día voy haciendo avances que luego me sirven para mis archivos.
Así es como haciendo una pequeña cosa por día durante una hora descubrí que no sólo bajó mi ansiedad, sino que trabajo en sacarme el perfeccionismo, porque me digo “esto es para divertirte” nadie te apura. 

Muchas veces me pasa que comienzo a dibujar y no lo termino en esa hora. Quizás me gusta cómo va quedando y sigo unas horas más. Ahí es donde encuentro que el hábito me suma, me activa y me libera de mi rollo mental.
Otras veces sólo tengo esa hora, o apenas 30 minutos y queda para el día siguiente o en la pila de láminas a terminar. No importa, porque siempre hay días que no estoy muy inspirada así que sigo algo que quedó inconcluso. Pero siempre voy acumulando trazos. A la larga es mejor que cuando me sentaba un día y esperaba que surjan las pinceladas exactas así como así.

Entrena tu creatividad

El arte es como cualquier actividad, hay que entrenarlo, nos hicieron creer que era algo mágico y que el artista tiene un don especial para crear, y no, es un oficio, se practica, practica. Al principio sale medio fulero, entonces se vuelve a intentar, quizás al quinto o al décimo dibujo quede algo decente. Y un día, el trazo se suelta, la mano deja de obedecer a la mente y ahí, recién ahí, sucede la magia…

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